Con un historial de cientos de vehículos dañados a sus espaldas, José Antonio V.V., el octogenario “rayacoches” de Vigo, permanece en una residencia geriátrica desde marzo de 2019. Su ingreso devolvió la tranquilidad al barrio de O Calvario, donde su obsesión por rayar vehículos o introducir palillos en las cerraduras de turismos y portales traía de cabeza a los vecinos. Ya condenado en varias ocasiones, mañana jueves debía volver a sentarse en el banquillo, concretamente en el del Juzgado de lo Penal 2. Pero ya no tendrá que hacerlo. Tras un informe médico de su estado de salud presentado por su defensa y otro escrito del fiscal instando el archivo provisional, la jueza dictó dicho sobreseimiento, que se mantendrá mientras el acusado no mejore su salud o esté en condiciones de ser sometido a juicio.